Tener líquido amniótico bajo durante el embarazo significa que existe muy poco de dicho líquido alrededor de tu bebé, concretamente en el útero. El término médico para este problema es oligohidramnios, así lo indica el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
El líquido amniótico protege a tu bebé de golpes o lesiones mientras mueves tu cuerpo, y lo mantiene a una temperatura saludable. Asimismo, el líquido permite que tu bebé se mueva por el útero.
Una cantidad baja de líquido amniótico puede afectar el crecimiento del bebé, así como provocar problemas durante el trabajo de parto y el parto.
Causas
En muchos casos, es posible que no se detecte la causa de un nivel bajo de líquido amniótico.
No obstante, las causas pueden incluir:
- Un problema de salud como hipertensión arterial.
- Un problema con la placenta. La placenta es un órgano grande que crece en tu útero durante el embarazo, la cual aporta nutrientes y oxígeno a tu bebé a través del cordón umbilical.
- Algunos medicamentos.
- Un problema con los riñones o el tracto urinario del bebé.
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Síntomas
Algunos de los síntomas de oligohidramnios pueden incluir:
- Pérdida de líquido por la vagina.
- Tu útero no está creciendo como se esperaba.
- Los movimientos de tu bebé se ralentizan.
Diagnóstico
Para diagnosticar oligohidramnios, los médicos utilizan ultrasonido para medir la cantidad de líquido amniótico en tu útero.
Tratamiento
Si estás cerca del final de tu embarazo, es posible que no necesites tratamiento. Dependiendo de la causa del nivel bajo de líquido amniótico y de lo cerca que estés del parto, es posible que tu médico decida inducir el trabajo de parto.
Tal vez te pida que bebas más agua o que te administren líquidos mediante intravenosa (IV). También es posible que tu médico desee verte con más frecuencia.
Si tienes más dudas respecto a tener líquido amniótico bajo durante el embarazo, consulta a tu médico.
Fuente: University of Michigan Health
