Los adolescentes y adultos jóvenes con cáncer que viven en áreas rurales o lejos de los hospitales donde fueron diagnosticados tienen más probabilidades de que su cáncer avance, así como más probabilidades de morir, así lo reveló una nueva investigación publicada en la revista Cancer.
«Varios estudios han encontrado que el lugar de residencia puede influir en la supervivencia del cáncer; sin embargo, pocos estudios se han centrado específicamente en los factores geográficos y los resultados en adolescentes y adultos jóvenes con la enfermedad», señaló Kimberly Johnson, investigadora del cáncer en la Universidad de Washington, en St. Louis, y autora principal del estudio.
Para el trabajo, Johnson y sus colegas analizaron datos a nivel nacional de casi 180,000 pacientes estadounidenses de entre 15 y 39 años cuyo cáncer fue diagnosticado entre 2010 y 2014.
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Los investigadores clasificaron la distancia desde la casa del paciente hasta el hospital donde se diagnosticó el cáncer como corta (menos de 20 km), intermedia (de 20 a 80 km) o larga (más de 80 km).
El riesgo de un diagnóstico en etapa tardía fue 1.16 veces mayor para los que vivían en condados rurales que para los de las áreas metropolitanas, y 1.2 veces mayor para los que vivían a una gran distancia del hospital, en comparación con los que vivían a poca distancia, mostraron los resultados.
La tasa de mortalidad fue 1.17 veces mayor para los que vivían en condados rurales y 1.30 veces mayor para los que se encontraban a una gran distancia del hospital, halló la investigación.
«Con suerte, este estudio llamará la atención sobre las disparidades geográficas y cómo afectan la supervivencia al cáncer de adolescentes y adultos jóvenes. Será importante realizar más investigaciones para comprender los mecanismos de estos resultados y desarrollar intervenciones para abordar tales disparidades», finalizó Johnson.
Fuente: Health Day News