Tener un bebé es una decisión importante, pero para las mujeres que son VIH positivas, planificar una familia requiere de consideraciones adicionales.
Conoce más: Resistencia del VIH al tratamiento con medicamentos, lo que debes saber
Los avances médicos han hecho que el riesgo de transmisión del VIH a un bebé sea muy bajo. No obstante, si eres una mujer VIH positiva, es posible que surjan preocupaciones adicionales como:
- No tener la certeza de si transmitirás o no el VIH a tu bebé. Procura mantener la calma y sé paciente y positiva.
- Sentimientos de dolor, como no poder amamantar. (Se aconseja a las madres seropositivas que no amamanten a sus bebés).
- Preocupaciones sobre la seguridad del tratamiento que recibirás durante el embarazo y el tratamiento que se le dará a tu bebé después del nacimiento.
- Miedos en torno a tu privacidad: algunas de las estrategias y tratamientos para mantenerlos a ti y a tu bebé seguros pueden hacer que sea obvio para otras personas que padeces VIH. Tu estado de salud es estrictamente confidencial.
- Sentimientos de que toda la experiencia de ser madre se verá ensombrecida por la gestión del riesgo de contraer VIH.
- Inquietudes sobre cómo cuidarte durante el embarazo y cómo proteger a tu bebé. Estos sentimientos son más complicados para una mujer con VIH y pueden añadir estrés durante y después del embarazo.
- Te preocupa que tu embarazo pueda empeorar el progreso de tu VIH; no existe evidencia de que el embarazo lo haga.
- Preocupaciones de que el VIH pueda causar que tu bebé tenga defectos de nacimiento. El VIH no causa defectos de nacimiento.
Con base en la información anterior, si te encuentras en esta situación, busca asesoría profesional y averigua todo lo que puedas antes de quedar embarazada.
Fuente: Better Health Channel – Department of Health, State Government of Victoria, Australia