La alergia a la soya —un producto derivado de los porotos de soya— es una alergia alimentaria frecuente. A menudo, comienza en los primeros años de vida con una reacción a la leche maternizada de soya. Si bien la mayoría de los niños lo supera, algunos mantienen esta alergia durante la adultez.

Los signos y síntomas de una alergia a la comida suelen desarrollarse en un plazo de pocos minutos a pocas horas, luego de consumir un alimento que contenga el alérgeno. Los síntomas relacionados con la alergia a la soya son:

  • Hormigueo en la boca.
  • Ronchas y picazón en la piel o piel descamada.
  • Hinchazón en los labios, rostro, lengua y garganta.
  • Sibilancias, goteo nasal o dificultad para respirar.
  • Dolor abdominal, diarrea, náuseas o vómitos.

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¿Por qué ocurre la alergia a la soya?

De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, una reacción del sistema inmunitario es la causante de las alergias alimentarias. En el caso de la alergia a la soya, el sistema inmunitario identifica algunas proteínas de la soya como perjudiciales, lo que provoca la producción de anticuerpos inmunoglobulina contra la proteína de la soya.

Posteriormente, estos anticuerpos reconocen a la soya y le indican al sistema inmunitario que debe liberar histamina y otras sustancias químicas al torrente sanguíneo, provocando la alergia.

¿Cómo prevenir la alergia a la soya?

No existe manera de evitar una alergia alimentaria. Si eres alérgico a la soya, la única manera de prevenir una reacción es evitar los productos de soya. Te recomendamos leer atentamente las etiquetas de los alimentos.

Si alguna alergia afecta tu calidad de vida, visita a un profesional de la salud. ¡No lo tomes a la ligera!

 

Fuente: Mayo Clinic