De acuerdo con Michigan Medicine, la genética influye en tu peso por su efecto sobre:
-Cómo se utilizan las calorías (metabolismo energético). Algunas personas usan las calorías de manera eficiente; necesitan menos calorías para alimentar el cuerpo, lo que puede resultar en que las calorías «sobrantes» se almacenen como grasa. Otras personas usan las calorías de manera menos eficiente: necesitan más calorías para alimentar el cuerpo, por lo que hay menos calorías sobrantes para almacenar en forma de grasa.
-Tasa metabólica basal (TMB), que es la cantidad de energía que quemas cuando estás en reposo. Si tienes una TMB más baja, es más fácil aumentar de peso. Tu TMB puede cambiar levemente en respuesta a ciertas condiciones. Por ejemplo, la inanición o las dietas muy bajas en calorías disminuyen tu TMB, porque pierde músculo y grasa. El músculo aumenta la tasa metabólica en reposo, por lo que perder demasiado músculo reduce el metabolismo. La fiebre y el estrés físico severo, como la recuperación de una cirugía o quemaduras extensas, aumentan tu TMB.
-Señales corporales. El hambre, la saciedad y el apetito son señales corporales que te indican cuánto comer. Estas señales también pueden verse influenciadas por el entorno y pueden ignorarse durante breves períodos de tiempo.
- El hambre es una sensación normal (gruñidos en el estómago, sensación de punzadas de hambre) que hace que te den ganas de comer. Está parcialmente controlada por una región de tu cerebro llamada hipotálamo, tu nivel de azúcar en sangre (glucosa), qué tan vacíos están tu estómago e intestinos y ciertos niveles hormonales en tu cuerpo.
- La saciedad es una sensación de plenitud y satisfacción. Los receptores de estiramiento en el estómago envían señales al cerebro de que el estómago está lleno. El aumento del azúcar en sangre (glucosa), la actividad del hipotálamo y la presencia de alimentos en los intestinos contribuyen a la saciedad.
- El apetito es un deseo o un interés por la comida que se asocia con la vista, el olfato o el pensamiento de la comida. El apetito puede anular el hambre y la saciedad, como cuando continúas comiendo incluso después de sentirte lleno(a). También puedes no sentir apetito por la comida aunque tengas hambre, como en una situación estresante o durante una enfermedad.
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-Punto de ajuste. Esta teoría sugiere que tu cuerpo intenta mantener tu peso dentro de un rango específico, llamado punto de ajuste. El rango parece estar influenciado por tu composición genética. Pero tu peso real dentro de ese rango está influenciado por tu estilo de vida o tu entorno. Tu punto de ajuste se ajusta a un nuevo nivel cuando se mantiene a lo largo del tiempo y puede alterarse por comer en exceso, hacer ejercicio, tomar ciertos medicamentos y por algunas afecciones cerebrales.
-Distribución de grasas. Por lo general, los hombres almacenan grasa en el abdomen, mientras que las mujeres almacenan más en las caderas y los muslos. A medida que las mujeres envejecen, se almacena más grasa en el abdomen. Tanto hombres como mujeres pierden peso muscular conforme van envejeciendo.