Para los adultos mayores con hipertensión que reciben al menos un medicamento antihipertensivo en una dosis menor a la máxima, intensificarla al añadir un nuevo medicamento se asocia con una menor sostenibilidad de dicha intensificación y una reducción ligeramente mayor en la presión arterial sistólica media (PAS), en comparación con maximizar la dosis, así lo reveló un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
La doctora Carole E. Aubert, del Hospital Universitario de Berna en Suiza, junto con sus colegas, examinó la frecuencia de la intensificación agregando un nuevo medicamento versus la maximización de la dosis en un estudio que analizó una población a gran escala. Se incluyeron datos para los veteranos de 65 años o más con hipertensión, que tenían una PAS de al menos 130 mm/Hg y recibieron al menos un medicamento antihipertensivo en una dosis menor a la máxima. De un total de 178,562 pacientes, al 25.5 por ciento se le intensificó la dosis al añadir un nuevo medicamento, y al 74.5 por ciento mediante la maximización de la dosis.
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Los investigadores descubrieron que a los tres meses y a los 12 meses, agregar un nuevo medicamento se asoció con una menor sostenibilidad de la intensificación (efecto promedio del tratamiento, −15.2 y −15.1 por ciento, respectivamente) y una mayor reducción en la PAS promedio (−0.8 y −1.1 mm Hg , respectivamente) en comparación con la maximización de la dosis.
«La adición de un nuevo medicamento se asoció con una mayor reducción de la PAS pero con una intensificación sostenida menos frecuente, lo que posiblemente sugiere que los eventos adversos del medicamento podrían ser más comunes, o que los pacientes están menos dispuestos a tomar medicamentos adicionales», indicaron los autores.
Fuente: Health Day News