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Si deseas entrenar de forma intensa después del trabajo, ya sea corriendo, andando en bicicleta o poniendo un video de Zumba, es mejor que lo hagas más temprano en la noche y no cerca de tu hora de dormir, así lo reveló una nueva investigación publicada en la revista Sleep Medicine Reviews.

Un entrenamiento que termine un par de horas antes de acostarte debería ayudarte a conciliar el sueño, mientras que uno que esté más cerca de tu hora de dormir podría hacer que cuentes muchas ovejas.

«En general, nuestro análisis mostró que cuando los participantes terminaban su rutina de ejercicio dos horas antes de acostarse, había beneficios para dormir, incluyendo la promoción del inicio del sueño y una mayor duración del mismo», destacó Emmanuel Frimpong, becario posdoctoral en el Laboratorio de Sueño, Cognición y Neuroimagen de la Universidad de Concordia, en Montreal (Canadá) y coautor del estudio.

«Por otro lado, cuando el ejercicio terminó menos de dos horas antes de acostarse, el sueño se vio afectado negativamente. Los participantes tardaron más en conciliar el sueño y la duración de este disminuyó», añadió Frimpong.

Los investigadores realizaron un metanálisis utilizando datos de 15 estudios publicados para determinar cómo una sola sesión de ejercicio intenso afectaba a los adultos sanos jóvenes y de mediana edad, así como a su sueño.

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«Cuando revisamos la literatura sobre este trabajo, encontramos que había muchos resultados mixtos. Algunos dependían del tiempo de ejercicio, otros del nivel de condición física de los participantes de un estudio o incluso del tipo de ejercicio», indicó Melodee Mograss, neuropsicóloga cognitiva e investigadora del laboratorio del sueño de la citada universidad.

El equipo descubrió que realizar ejercicio de alta intensidad temprano en la noche ayudaba a promover el sueño, especialmente si la persona que hacía ejercicio era en general sedentaria. Hacer ejercicio entre 30 y 60 minutos también ayudó a las personas a conciliar el sueño y a permanecer dormidas. El ciclismo tuvo la mayor cantidad de beneficios para dormir.

Lo mejor es tener un horario de ejercicio constante, ya que hacer actividad física en diferentes momentos de la noche podría causar alteraciones del sueño, advirtieron los investigadores.

«Según nuestra revisión, para los adultos sanos, jóvenes y de mediana edad sin antecedentes de trastornos del sueño, los ejercicios nocturnos deben realizarse temprano en la noche, si es posible», recomendó Frimpong. «Y por último, también se deben llevar a cabo estrategias de higiene del sueño, como ducharse entre el cese del ejercicio y la hora de acostarse, así como evitar las comidas pesadas o beber mucha agua antes de ir a dormir».

Tu estrategia también puede variar dependiendo de si eres noctámbulo(a) o madrugador(a). «El ejercicio de alta intensidad realizado a última hora de la noche puede provocar alteraciones del sueño en las personas acostumbradas a un horario matutino», finalizó Frimpong.

 

Fuente: Health Day News