La sensación de falta de aire ocurre cuando existen problemas para respirar o cuando es incómodo obtener oxígeno. En ocasiones, esa falta de aire puede deberse a problemas respiratorios leves, como una congestión nasal o hacer ejercicio intensamente. Sin embargo, también puede ser señal de una enfermedad seria.

Muchas condiciones pueden provocar la falta el aire. Algunas de ellas son:

  1. Problemas en los pulmones como asma, enfisema o neumonía.
  2. Problemas en la tráquea o en los bronquios.
  3. Enfermedades cardíacas.
  4. Ansiedad o ataque de pánico.
  5. Alergias.

Conoce más: Hiperventilación, ¿cuáles son sus causas?

Si tienes problemas para respirar con frecuencia, es importante encontrar la causa.

Llama a emergencias o pide a alguien que te lleve a la sala de urgencias si tienes una dificultad grave para respirar que aparece en forma repentina y afecta tu capacidad de actuar.

De igual forma, busca atención médica de urgencia si la dificultad para respirar está acompañada de:

  • Dolor en el pecho, desmayo o náuseas.
  • Color azulado en los labios o las uñas.
  • Cambio en qué tan alerta estás mentalmente.

Ante cualquier duda, acércate a un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos