La fatiga afecta a la mayoría de las personas que pasan por un tratamiento oncológico. Puede estar relacionada con los efectos secundarios del tratamiento o por el propio cáncer. Otros posibles factores que contribuyen a este tipo de fatiga son:

  1. Anemia. Puede existir anemia si el tratamiento destruye demasiados glóbulos rojos sanos. También puede aparecer si el cáncer se extendió hasta la médula ósea e interfiere en la producción de glóbulos rojos .
  2. Dolor. Ante dolor crónico, es posible que que exista menos actividad, se coma menos, se duerma menos y exista depresión, factores que pueden contribuir a la fatiga.
  3. Emociones. La ansiedad, el estrés o la depresión asociados con un diagnóstico de cáncer también pueden causar fatiga.
  4. Mala nutrición. Para poder desempeñarse bien, el cuerpo debe recibir el aporte energético que proporciona una alimentación sana. Cuando una persona tiene cáncer, su cuerpo puede necesitar más nutrientes de lo normal.
  5. Cambios hormonales. La terapia hormonal es un tratamiento oncológico común que provoca cambios en los niveles hormonales del cuerpo y puede causar una fatiga considerable.

Es importante aclarar que no todas las personas con cáncer tienen fatiga. La fatiga por cáncer puede presentarse ocasionalmente y ser de poca duración, o bien puede presentarse durante varios meses una vez finalizado el tratamiento.

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Recomendaciones

  • Tómalo con calma. Reserva tiempo durante el día para descansar y toma siestas cortas durante el día en lugar de descansar durante un período prolongado.
  • Conserva energía. Ahorra energía para las actividades más importantes y haz un registro de los momentos en los que te sientes mejor.
  • Mantén buenos hábitos. Beber muchos líquidos y comer bien puede mantener altas tus reservas de energía. Si las náuseas y los vómitos dificultan tu alimentación, habla con tu médico.
  • Muévete. El ejercicio moderado, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta y nadar durante la semana, puede ayudarte a conservar el nivel de energía. Haz ejercicio con regularidad al comenzar el tratamiento.

Te recomendamos que no asumas que el cansancio que estás experimentando es sólo parte de padecer cáncer. Si afecta tu capacidad para seguir con tu día, acércate a tu médico y busquen juntos una solución.

 

Fuente: Mayo Clinic