El uso de cigarrillos electrónicos cargados de nicotina aumenta el riesgo de desarrollar coágulos de sangre, de daño a los vasos sanguíneos pequeños y de elevar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, así lo dio a conocer un nuevo estudio presentado durante la reunión virtual de la European Respiratory Society.
Los efectos son similares a los causados por los cigarros tradicionales y plantean la preocupación de que el vapeo (el acto de inhalar humo emitido por un cigarro electrónico) a largo plazo pueda promover ataques cardíacos o infartos cerebrales, advirtieron los autores.
«Nuestros resultados sugieren que utilizar cigarrillos electrónicos que contienen nicotina produce un impacto en el cuerpo similar al de fumar cigarros tradicionales», señaló Gustaf Lyytinen, médico del Hospital de Helsingborg en Suecia, investigador del Instituto Karolinska en Estocolmo y autor del estudio.
«Este efecto sobre los coágulos de sangre es importante porque sabemos que, a largo plazo, podría provocar la obstrucción y el estrechamiento de los vasos sanguíneos, y eso, por supuesto, pone a las personas en riesgo de sufrir ataques cardíacos e infartos cerebrales», explicó Lyytinen.
En el nuevo estudio, el equipo de Lyytinen realizó experimentos con 22 mujeres y hombres de entre 18 y 45 años que eran fumadores ocasionales pero que, por lo demás, estaban sanos.
Los participantes fueron evaluados antes y después de tomar 30 bocanadas de un cigarro electrónico que contenía nicotina, y antes y después de 30 bocanadas de un cigarro electrónico sin nicotina. Las dos pruebas se realizaron en ocasiones separadas, con al menos una semana de diferencia. En cada ocasión, los investigadores midieron la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y recolectaron una muestra de sangre antes de que los voluntarios usaran los cigarrillos electrónicos, 15 minutos después del uso y nuevamente 60 minutos después de usarlos.
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Fumar cigarrillos electrónicos que contienen nicotina provocó cambios inmediatos a corto plazo en los voluntarios, incluyendo un aumento promedio del 23% en los coágulos de sangre después de 15 minutos, y los niveles volvieron a la normalidad después de una hora, encontró el estudio.
También hubo un aumento en la frecuencia cardíaca promedio después de vapear, de 66 a 73 latidos por minuto, y un aumento en la presión arterial promedio de 108 a 117 mmHg, hallaron los investigadores.
Asimismo, utilizando visualización de alta tecnología láser, los investigadores descubrieron que los pequeños vasos sanguíneos de los voluntarios se volvieron temporalmente más estrechos después del vapeo con nicotina.
Ninguno de estos efectos se observaron después de que los participantes usaran cigarrillos electrónicos sin nicotina, apuntaron los autores.
Esto tiene sentido, porque se sabe que la nicotina aumenta los niveles de hormonas como la adrenalina, lo que a su vez puede aumentar las probabilidades de que se formen coágulos de sangre, mencionó el grupo de Lyytinen.
Esta información es importante debido a que los fumadores suelen creer que el vapeo puede ayudarlos a dejar el hábito de la nicotina; sin embargo, las personas que fuman generalmente se convierten en usuarios duales tanto de los productos de vapeo como de los cigarros que requieren combustión, lo que con frecuencia les impide participar en intentos reales de dejar de fumar.
Fuente: Health Day News