La terapia de luz o fototerapia es la exposición a una luz más brillante que la luz interior, pero no tan brillante como la luz solar directa. Para ello se utiliza una caja especial que emite dicha luz (caja de fototerapia). No uses luz ultravioleta, luz de espectro completo, lámparas de calor o lámparas de bronceado para administrar terapia de luz.
La fototerapia puede ayudar con la depresión, el desfase horario y los trastornos del sueño. Puede ayudar a restablecer tu «reloj biológico» (ritmos circadianos), que controla el sueño y la vigilia.
¿Para qué se utiliza?
Las personas usan la terapia de luz para tratar el trastorno afectivo estacional (TAE), que es la depresión relacionada con días más cortos y una menor exposición a la luz solar durante los meses de otoño e invierno. La mayoría de las personas con TAE se sienten mejor después de utilizar la fototerapia. Esto puede deberse a que la terapia de luz reemplaza la exposición solar perdida y restablece el reloj interno del cuerpo.
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¿Cuándo se debe utilizar?
La terapia de luz puede ser más efectiva si la usas a primera hora de la mañana, inmediatamente después de que te despiertes. Tú y tu médico o terapeuta pueden determinar en qué momento la fototerapia funcionará mejor para ti. La respuesta a esta terapia generalmente ocurre en 2 a 4 días, pero pueden pasar hasta 3 semanas antes de que sientas alivio de los síntomas del TAE (como la depresión).
No está claro qué tan bien funciona la terapia de luz en otros momentos del día. Pero algunas personas con TAE (quizás aquellas que se despiertan temprano en la mañana) pueden encontrar útil el utilizar la fototerapia durante 1 a 2 horas por la noche, deteniéndose al menos 1 hora antes de acostarse.
Si tienes más dudas sobre esta terapia, consulta a tu médico.