Las personas a las que se les recetan analgésicos opioides después de recibir un marcapasos cardíaco o un desfibrilador podrían estar en riesgo de abuso de opioides, y cuanto mayor es la dosis inicial, mayor es el riesgo, así lo dio a conocer un nuevo estudio publicado en la revista Circulation.

“La importancia de esta investigación es que otros electrofisiólogos sepan que incluso un procedimiento de bajo riesgo, como un marcapasos o un desfibrilador, puede llevar al uso crónico de opioides y que los médicos quizás deban ser más conservadores al recetar estos medicamentos después de la cirugía”, comentó el doctor David Frankel, profesor asociado de medicina cardiovascular en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y coautor del trabajo.

Para el trabajo, los investigadores analizaron datos de más de 143,000 adultos estadounidenses que recibieron marcapasos cardíacos implantables o desfibriladores entre 2004 y 2018. De ellos, más de 15,000 surtieron una receta de analgésicos opioides dentro de las dos semanas posteriores a la cirugía.

El uso persistente de dichos medicamentos, definido como surtir otra prescripción de opioides entre uno y seis meses después de la cirugía, ocurrió en el 12.4% de los pacientes que recibieron una prescripción de opioides inicial, en comparación con el 5.4% de los que no la recibieron.

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Los pacientes que recibieron una dosis inicial prescrita de opioides superior a 18 tabletas de oxicodona de 5 miligramos, o su equivalente, mostraron un mayor riesgo de uso persistente de estos analgésicos que aquellos que recibieron dosis más bajas, reveló el estudio.

«Incluso una pequeña cantidad de oxicodona puede iniciar el proceso de adicción», advirtió Frankel. “La dependencia de opioides no es algo que los médicos puedan predecir, por lo que es mejor asumir que cualquiera puede ser susceptible».

Los resultados respaldan la administración de dosis más bajas de analgésicos opioides a estos pacientes y el uso de métodos alternativos para el manejo del dolor. Estos podrían incluir anestesia regional de mayor duración durante los procedimientos, conocida como bloqueos de nervios periféricos, o medicamentos no opioides como paracetamol e ibuprofeno después de la cirugía, apuntó Frankel.

También es importante que los médicos les digan a los pacientes que tendrán unos días de dolor, y deben enfatizar que el dolor es normal y que debería mejorar, agregó.

 

Fuente: Health Day News