Los anticoagulantes más antiguos, especialmente cuando se toman en combinación con aspirina en dosis bajas diarias, se asocian con un mayor riesgo de hemorragias cerebrales y muerte después del alta hospitalaria en pacientes tratados por lesión en la cabeza, así lo reveló una nueva investigación preliminar presentada durante la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA), en Chicago.
El riesgo disminuyó cuando los pacientes tomaron uno de los anticoagulantes más nuevos, dijeron los autores del trabajo.
«La conclusión es que tomar cualquier anticoagulante junto con aspirina aumenta significativamente el riesgo de hemorragia cerebral retardada, mientras que tomar uno de los nuevos anticoagulantes sin aspirina reduce significativamente el riesgo», indicó el doctor Robert Glatter, médico de medicina de emergencia en el Hospital Lenox Hill, en Nueva York, quien no participó en el estudio.
La investigación incluyó a más de 1,000 pacientes con traumatismo craneoencefálico con una edad promedio de 77.5 años, quienes tomaban anticoagulantes y fueron evaluados para lo que los médicos llaman «hemorragia intracraneal tardía». Esta es una hemorragia en el cerebro que generalmente ocurre dentro de las 48 horas posteriores a una tomografía computarizada de la cabeza inicial que no muestra signos de sangrado.
Poco menos de la mitad de los pacientes tomaban un anticoagulante o antiagregante más antiguo, como warfarina o clopidogrel, mientras que el resto tomaba anticoagulantes más nuevos, como apixabán, rivaroxabán y dabigatrán.
El estudio fue dirigido por el doctor Warren Chang, neurorradiólogo y director de investigación del Imaging Institute de la Allegheny Health Network en Pensilvania. El experto y su equipo descubrieron que la tasa general de hemorragia tardía fue del 1.9% y la tasa general de muerte fue del 0.3%.
Sin embargo, de los 20 pacientes que habían desarrollado una hemorragia tardía, 15 tomaban un anticoagulante más antiguo y todas las muertes ocurrieron en pacientes que tomaban anticoagulantes más antiguos, señaló el grupo de Chang.
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Más de un tercio de los pacientes también tomaban aspirina en dosis bajas diarias. Nueve de los 15 pacientes que sufrieron una hemorragia tardía y estaban tomando anticoagulantes más antiguos también tomaban aspirina, encontró el estudio.
«La tasa de hemorragia tardía fue más elevada en los pacientes que tomaban anticoagulantes más antiguos en comparación con los medicamentos nuevos, y significativamente más alta en los pacientes que tomaban aspirina además de los medicamentos más antiguos», refirió Chang.
La RSNA destacó que con una población que envejece, está aumentando la cantidad de personas que toman anticoagulantes para evitar un evento cerebrovascular y otros problemas.
Con base en sus resultados, los investigadores recomiendan realizar tomografías computarizadas de seguimiento para pacientes con traumatismo craneoencefálico que no tienen hemorragia intracraneal inicial, pero que están tomando alguno de los anticoagulantes más antiguos, así como para aquellos que toman cualquier anticoagulante junto con aspirina.
Asimismo, podría ser necesario repetir los escáneres cerebrales.
«Cualquier paciente que tome anticoagulantes también debe someterse a una evaluación neurológica exhaustiva, con especial atención a los signos físicos de traumatismo craneoencefálico, función cognitiva alterada y alteración de la marcha o el equilibrio. La presencia de cualquiera de estos hallazgos obliga a la observación y la posible admisión para exámenes neurológicos seriados y repetición de imágenes cerebrales», puntualizó Glatter.
El especialista también cree que ciertos tipos de pacientes pueden tener un mayor riesgo de sufrir una hemorragia cerebral no diagnosticada después del alta. Entre ellos se incluye a las personas mayores que viven solas en casa con falta de atención de seguimiento, problemas para caminar o para ver y un entorno hogareño inseguro donde las caídas pueden ocurrir fácilmente.
«Estos riesgos inherentes deberían ser parte de la toma de decisiones compartida con los pacientes y sus familias», añadió Glatter.
Fuente: Health Day News