Tus huesos te ayudan a moverte, te dan forma y sostienen tu cuerpo, pues son tejidos vivos que se reconstruyen constantemente a lo largo de tu vida, así lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Durante la niñez y la adolescencia, tu cuerpo agrega hueso nuevo más rápido de lo que elimina el hueso viejo. Después de que cumples los 20 años, puedes perder hueso a una velocidad más rápida de la que lo desarrollas. Por ello, para tener huesos fuertes cuando eres joven y prevenir la pérdida ósea cuando eres mayor, necesitas obtener suficiente calcio, vitamina D y realizar ejercicio regularmente. También debes evitar fumar y beber alcohol.
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De no hacerlo, pueden presentarse enfermedades óseas, las cuales provocan que los huesos se rompan fácilmente. Los diferentes tipos de afecciones óseas incluyen:
- Baja densidad ósea y osteoporosis, que hacen que tus huesos se debiliten y sean más propensos a romperse.
- La osteogénesis imperfecta, que hace que los huesos se vuelvan quebradizos.
- La enfermedad ósea de Paget, que ocasiona debilidad en los huesos de tu cuerpo.
- Los huesos también pueden desarrollar cánceres e infecciones.
- Otras enfermedades de los huesos, que son causadas por una nutrición deficiente, problemas genéticos o problemas con la tasa de crecimiento o reconstrucción de los huesos.
Si deseas saber más sobre las enfermedades óseas, consulta a tu médico.