Aunque los síntomas pueden cambiar e incluso mejorar, el autismo es una condición de por vida que presenta muchos desafíos durante la edad adulta. Ya sea que un adulto con autismo viva en un hogar grupal, de forma independiente o con una familia, ella o él todavía requieren ayuda de sus padres o algún tipo de apoyo.
Así como los niños con autismo varían en sus capacidades, también lo hacen los adultos. Algunos adultos con el trastorno dependen completamente de los padres u otros cuidadores, mientras que otros pueden vivir una vida semi-independiente.
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Los recursos para adultos varían según el país y la comunidad, pero existen programas de capacitación vocacional en muchas áreas. Estos programas pueden ayudar a los adultos elegibles con autismo a trabajar en habilidades de la vida diaria para ayudarlos a ser lo más independientes posible. En ocasiones, hay oportunidades de empleo con apoyo disponibles, que permiten tanto la formación como la obtención de trabajo para personas discapacitadas. En México, puedes acercarte al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores para obtener toda la información sobre estos recursos.
Los padres deben planificar el futuro de un niño con autismo. El costo del cuidado, la elegibilidad para recibir asistencia del gobierno y las habilidades y destrezas individuales del niño deben tomarse en consideración. Algunos servicios del gobierno pueden pagar en parte o en su totalidad por el cuidado adulto de su hijo, dependiendo de diferentes factores, como sus ingresos. Familiarízate con los asuntos fiscales y la planificación patrimonial para asegurarte de que tu hija o hijo tenga la atención adecuada y los recursos necesarios disponibles en caso de que fallezcas. Si tienes otros niños que se han desarrollado normalmente, inclúyelos en la planificación.