Los problemas gastrointestinales, como la indigestión estomacal, suelen ser comunes para los mexicanos, debido a los malos hábitos alimenticios, al consumo de alimentos picantes o a los condimentos que llevan algunos platillos típicos.

Si bien no es un tema que cause gran preocupación en las personas, la indigestión —denominada médicamente como dispepsia— viene acompañada de síntomas que pueden afectar la calidad de vida de quienes la padecen, como:

  • Calor, ardor o dolor en la zona entre el ombligo y la parte inferior del esternón.
  • Sensación de estar muy lleno, que es molesta e inicia poco después de comenzar o al terminar de comer.

Algunos de los factores que pueden detonar la aparición de indigestión son: beber alcohol en exceso, ingerir alimentos picantes o grasos; comer demasiado, ingerir alimentos demasiado rápido, tener estrés o nervios en exceso, comer una gran cantidad de alimentos ricos en fibra; fumar y tomar muchas bebidas con cafeína.

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¿Es necesario ir al médico para tratar el problema?

Si bien la gran mayoría de los casos de indigestión no suelen ser graves, hay ocasiones en las que los síntomas pueden deberse a un problema de salud más serio. De acuerdo con expertos, en algunos casos un posible ataque al corazón puede llegar a ser confundido con un episodio de indigestión.

Para diferenciarlos, presta atención a la presencia de ciertos signos, como dolor en la mandíbula, dolor torácico, dolor de espalda, sudoración profusa o ansiedad.

Ante cualquier duda, visita a un profesional de la salud. Evita automedicarte y apégate a las recomendaciones de tu médico

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos