Las mujeres embarazadas y sus bebés por nacer pueden obtener maravillosas recompensas al nadar. En un estudio realizado en animales y publicado en la revista Nature, se demostró que la natación de una madre embarazada altera el desarrollo cerebral de su descendencia. Incluso puede proteger a los bebés contra un tipo de problema neurológico llamado hipoxia-isquemia neonatal, pero se requiere más investigación. Además de los beneficios potenciales para el niño, la natación es una actividad que se puede realizar durante los tres trimestres del embarazo.
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En otro estudio publicado en la revista Epidemiology, no se encontraron efectos adversos al nadar en piscinas cloradas durante el embarazo. De hecho, las mujeres embarazadas que nadaron durante el principio o la mitad de sus embarazos mostraron un menor riesgo de parto prematuro y de defectos congénitos.
Pese a ello, debes tomar en cuenta que si bien la natación suele ser considerada como segura durante el embarazo, algunas mujeres pueden tener restricciones de actividad debido a complicaciones durante esta etapa. Por lo anterior y si estás embarazada, habla con tu médico antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios. Asimismo, si se presentan complicaciones, pregúntale acerca de las actividades que son seguras para ti.
Fuente: Healthline
