Muchas personas decoran sus dormitorios para mantenerse despiertos. Esto podría significar la inclusión de colores brillantes, pinturas divertidas, mucho sol y una luz fuerte que les permita realizar su trabajo.
Sin embargo, la actividad más importante que tiene lugar en tu dormitorio es dormir. Cuando no duermes lo suficiente, tu cerebro y tu cuerpo no tienen la oportunidad de descansar, recargarse y llevar a cabo los procesos esenciales que lo mantienen funcionando como debería.
La cantidad de tiempo que pasas durmiendo es importante, sí, pero también lo es la calidad de ese sueño. Si pasas 4 de tus 8 horas en la cama dando vueltas, es posible que no te sientas muy descansado(a) al día siguiente.
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Hacer algunos cambios puede ayudarte a crear un entorno de sueño más cómodo. Según los expertos en sueño de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, estas son las características que debe tener tu dormitorio para marcar una gran diferencia en la calidad de tu sueño:
- Buena temperatura. Una habitación y una cama más frescas pueden reducir la sudoración nocturna y mejorar el sueño. Si tienes termostato en tu habitación, ajústalo a más o menos 18 °C.
- Luz tenue. La luz azul brillante, ya sea del sol o de aparatos electrónicos, puede interrumpir el sueño. Dejar tus dispositivos, usar cortinas opacas y usar luces muy tenues por la noche puede mejorar tu descanso.
- Cero mascotas. Puedes amar a tus amigos peludos sin descuidar tu sueño. Si no puedes dormir bien con una mascota inquieta, considera mantenerla fuera de la cama o de la habitación.
- Orden. Es posible que no veas el desorden de tu dormitorio mientras duermes, pero todavía podría tener un impacto en tu descanso. Para dormir mejor, intenta ordenar tu cuarto y tender tu cama todos los días.
Fuente: Healthline