Se sabe que los probióticos ayudan a combatir los trastornos digestivos como el síndrome de intestino irritable (SII), así como a reducir los gases, la hinchazón, el estreñimiento, la diarrea y otros síntomas gastrointestinales.
Conoce más: Maneras en las que los probióticos protegen la salud gastrointestinal
Sin embargo, existen otros beneficios poco conocidos de los probióticos, que incluyen los siguientes:
- Reducen la inflamación del cuerpo: los probióticos reducen la inflamación sistémica, uno de los principales impulsores de muchas enfermedades.
- Reducen la depresión y la ansiedad: se ha demostrado que las cepas probióticas de Lactobacillus helveticus y Bifidobacterium longum reducen los síntomas de ansiedad y depresión en personas con depresión clínica.
- Disminuyen el colesterol en la sangre: se ha demostrado que varios probióticos reducen los niveles de colesterol total y LDL (malo), aunque la investigación sigue siendo controvertida.
- Reducen la presión arterial: los probióticos también pueden causar reducciones modestas en la presión arterial.
- Mejoran la función inmunológica: varias cepas de probióticos pueden mejorar la función inmunológica, lo que posiblemente reduzca el riesgo de infecciones, incluidas las que causan el resfriado común.
- Mejoran la salud de la piel: existe cierta evidencia de que los probióticos pueden ser útiles para el acné, la rosácea y el eccema, así como para otros trastornos de la piel.
- Funcionan como agentes anti-envejecimiento. Aunque la investigación es extremadamente limitada, existe evidencia de que los probióticos tienen el potencial de extender la vida útil al aumentar la capacidad de las células para replicarse.
Esta es solo una pequeña parte de los beneficios de los probióticos, ya que los estudios en curso han encontrado una amplia gama de otros posibles efectos positivos para la salud.
Fuente: Healthline