A muchas personas les disgustan ciertas situaciones u objetos, pero para ser una verdadera fobia, el miedo debe interferir con la vida diaria.
Conoce más: 3 maneras en las que se pueden tratar las fobias
Por ello, aquí te mencionamos algunas de las fobias menos conocidas y de las cuales debes estar al tanto:
- Glosofobia: Esto se conoce como ansiedad de rendimiento, o el miedo de hablar frente a una audiencia o público. Las personas con esta fobia tienen síntomas físicos severos cuando incluso piensan en estar frente a un grupo de personas.
- Acrofobia: Es el miedo a las alturas. Las personas con esta fobia evitan las montañas, los puentes o los pisos más altos de los edificios. Los síntomas incluyen vértigo, mareos, sudoración y sensación de desmayo o pérdida del conocimiento.
- Claustrofobia: Este es un miedo a los espacios cerrados o reducidos. La claustrofobia severa puede ser especialmente incapacitante si te impide viajar en automóviles o ascensores.
- Aviofobia: Esto también se conoce como el miedo a volar.
- Dentofobia: Es un miedo al dentista o a los procedimientos dentales. Generalmente se desarrolla después de una experiencia desagradable en el consultorio del dentista. Puede ser perjudicial si te impide obtener la atención dental necesaria.
- Hemofobia: Esta es una fobia a la sangre o a las heridas. Una persona con hemofobia puede desmayarse cuando entra en contacto con su propia sangre o con la sangre de otra persona.
- Aracnofobia: Esto significa miedo a las arañas.
- Caninofobia: Este es un miedo a los perros.
- Ofidiofobia: Las personas con esta fobia temen a las serpientes.
- Nictofobia: Esta fobia es un miedo a la noche o la oscuridad. Casi siempre comienza como un miedo típico de la infancia. Cuando progresa más allá de la adolescencia, se considera una fobia.
Fuente: Healthline