Comer pescado en lugar de pollo frito, arroz integral en lugar de un rollo de harina blanca, un puñado de frutos secos en lugar de papas fritas, aceite de oliva en lugar de mantequilla y muchas frutas y verduras son intercambios de alimentos fáciles de realizar, los cuales ponen en tu plato el poder saludable para el corazón y prolongador de la vida de la dieta mediterránea.
Comer al estilo mediterráneo ayuda al corazón de cuatro maneras principales:
- Permite mantener los niveles de colesterol saludables.
- Mejora la capacidad de tu cuerpo para absorber el azúcar en sangre (la diabetes y la prediabetes amenazan la salud de tu corazón).
- Detiene la inflamación dañina, que es una respuesta del sistema inmunológico que se desencadena cuando el cuerpo lucha contra los intrusos percibidos. La inflamación aguda o única es útil para combatir virus y bacterias, pero las personas que tienen sobrepeso, consumen altos niveles de alimentos refinados y llevan un estilo de vida sedentario tienen inflamación crónica o continua, que puede provocar diabetes y problemas en el hígado, así como enfermedades del corazón.
- Ayuda a que las arterias se mantengan flexibles y resistan la acumulación de placa.
Conoce más: 5 alimentos clave de la dieta mediterránea que debes probar
RECUERDA: Los nutrientes en este plan de alimentación trabajan en equipo para producir dichos beneficios. Tales nutrientes incluyen grasas monoinsaturadas «buenas» de los frutos secos y del aceite de oliva; ácidos grasos omega-3 beneficiosos de pescados grasos como el salmón; y fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos protectores provenientes de los granos integrales y los productos agrícolas.
Fuente: Johns Hopkins Medicine