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Si estás embarazada y estás practicando ejercicio no te agotes. Es posible que debas reducir la velocidad a medida que avanza tu embarazo o si tu equipo de maternidad te lo aconseja. En caso de duda, consulta a tu equipo de maternidad.

Como regla general, deberías poder mantener una conversación mientras haces ejercicio durante el embarazo. Si te quedas sin aliento mientras hablas, probablemente estés haciendo demasiado ejercicio.

Si no estabas activa antes de quedar embarazada, no empieces repentinamente a realizar ejercicio extenuante. Si comienzas un programa de ejercicios aeróbicos (como correr, nadar, andar en bicicleta o clases de aeróbic), dile al instructor que estás embarazada y comienza con no más de 15 minutos de ejercicio continuo, 3 veces por semana. Aumenta esto gradualmente a sesiones diarias de 30 minutos.

Recuerda que el ejercicio no tiene que ser extenuante para ser beneficioso.

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Ejercicios que debes evitar durante el embarazo

  1. No te acuestes boca arriba durante períodos prolongados, especialmente después de 16 semanas, porque el peso de tu panza presiona el vaso sanguíneo principal que lleva sangre de regreso a tu corazón y esto puede hacer que te sientas mareada.
  2. No participes en deportes de contacto en los que haya riesgo de que recibas un golpe, como kickboxing, judo o squash.
  3. No vayas a bucear, porque el bebé no tiene protección contra la enfermedad por descompresión y la embolia gaseosa (burbujas de gas en el torrente sanguíneo).
  4. No hagas ejercicio en alturas superiores a los 2,500 m sobre el nivel del mar, ya que tú y tu bebé corren el riesgo de sufrir el mal de altura.

Fuente: National Health Service – NHS