La insulina es una hormona muy importante que regula el almacenamiento de energía, entre otras cosas.
Una de sus funciones principales es decirle a las células grasas que almacenen grasa y que retengan la que ya poseen.
La dieta occidental promueve la resistencia a la insulina en muchas personas con sobrepeso y obesidad. Esto eleva los niveles de insulina en todo el cuerpo, lo que hace que la energía se almacene en las células grasas en lugar de que quede disponible para su uso.
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Si bien el papel de la insulina en la obesidad es controvertido, varios estudios sugieren que tener niveles altos de insulina juega un papel causal en el desarrollo de la obesidad.
Con base en la información anterior, una de las mejores maneras de reducir la insulina es disminuir la ingesta de carbohidratos simples o refinados mientras aumentas la ingesta de alimentos ricos en fibra.
Esto generalmente conduce a una reducción automática en la ingesta de calorías y a una pérdida de peso sin esfuerzo, sin necesidad de contar calorías ni controlar las porciones.
Si deseas saber más sobre el papel de la insulina sobre el desarrollo de la obesidad, consulta a tu médico.
Fuente: Healthline