El peso de un bebé se determina inmediatamente después de haber nacido. Se considera que un bebé pequeño pesa menos de 2.5 kilogramos, mientras que un bebé grande suele pesar más de 4 kilogramos, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Un bebé de bajo peso puede indicar que es demasiado pequeño, que nació antes de tiempo o ambas cosas. Esto puede deberse a muchas causas, como:
- Problemas de salud de la mamá.
- Factores genéticos.
- Problemas con la placenta, entre otros.
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Algunos bebés de bajo peso pueden estar en riesgo de padecer problemas de salud. Unos pueden enfermarse o desarrollar infecciones en los primeros días de vida. Otros pueden sufrir problemas a largo plazo, como retraso en el desarrollo motriz —o social— y problemas de aprendizaje.
Los bebés prematuros suelen ser de menor tamaño y pesar menos que otros recién nacidos. El peso de un bebé prematuro depende en gran medida del tiempo que se anticipó en nacer. El tiempo que se perdió el bebé dentro del vientre materno fue tiempo de crecimiento, por lo que el bebé tendrá que recuperar ese crecimiento después de nacer.
A su vez, los bebés que nacieron con demasiado peso son grandes quizás porque sus padres lo son o porque la madre tuvo diabetes durante el embarazo. Estos bebés tienen un mayor riesgo de lesiones al nacer y problemas con el azúcar en la sangre.
Si tienes dudas sobre el peso de tu pequeño, consulta a un profesional de la salud. Recuerda llevarlo a sus citas regulares y externarle al médico cualquier preocupación.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos