Actividad Física, Salud sexual
Vivir con endometriosis puede afectar tu bienestar físico, mental y emocional.
El yoga ofrece varios beneficios curativos que pueden ayudarte a reducir los síntomas de la endometriosis, como el estrés, la tensión y el dolor.
Practicarlo fomenta la relajación, lo que ayuda a aliviar el malestar y calmar la mente.
Las investigaciones sugieren que el yoga y las técnicas de respiración son beneficiosas para aliviar el dolor pélvico en mujeres con endometriosis.
En un pequeño estudio de 2018, las mujeres que practicaron yoga dos veces por semana durante 8 semanas mejoraron su capacidad introspectiva y su conexión mente-cuerpo, lo que tuvo un efecto positivo en el control del dolor.
En otro estudio pequeño, las mujeres con endometriosis que practicaron yoga dos veces por semana durante 8 semanas redujeron el dolor pélvico crónico y mejoraron su calidad de vida.
Según Kasia Gondek, fisioterapeuta y especialista certificada en fuerza y acondicionamiento, el yoga ayuda a controlar la endometriosis de varias maneras.
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“Una práctica de yoga y atención plena puede mejorar los patrones de respiración, mejorar la postura y disminuir el dolor de las actividades cotidianas. También ayuda a disminuir y controlar los brotes de síntomas”, afirma la experta.
Gondek, que se especializa en salud de la mujer y en rehabilitación del suelo pélvico, recomienda estilos de yoga que enfatizan la atención plena, el movimiento lento y controlado y tiempos de espera más prolongados. Esto incluye estilos suaves de yoga como Hatha, yin y restaurativo.
Las posturas suaves y relajantes permiten suavizar y relajar los músculos alrededor de la pelvis, lo que ayuda a crear espacio y liberar la tensión.
Para aliviar el dolor y la incomodidad de la endometriosis, Gondek aconseja centrarse en posturas reparadoras para liberar la tensión y promover la relajación.
“Las posiciones restaurativas fomentan el ablandamiento de los abdominales, los músculos de la parte baja de la espalda, la parte interna de los muslos, los músculos del piso pélvico y la pared torácica. Estas son las áreas más comunes del cuerpo que se tensan y restringen”, explicó.
Fuente: Healthline