El infarto cerebral (o evento vascular cerebral [EVC]) es una de las principales causas de discapacidad a largo plazo en países como Estados Unidos.
Sin embargo, la American Stroke Association informa que el 10 por ciento de los sobrevivientes de un infarto cerebral se recuperan casi por completo, mientras que otro 25 por ciento se recupera solo con problemas menores.
Es importante que la recuperación y la rehabilitación de un derrame cerebral comiencen lo antes posible. De hecho, la recuperación del EVC debe comenzar en un hospital.
En el hospital, un equipo de atención puede estabilizar tu condición y evaluar los efectos del evento cerebrovascular. Pueden identificar los factores subyacentes y comenzar la terapia para que puedas recuperar algunas de tus habilidades afectadas.
La recuperación del EVC generalmente se enfoca en cuatro áreas principales:
1. Terapia del lenguaje
Un evento vascular cerebral puede causar problemas al hablar y al comunicarse. Un terapeuta del habla y del lenguaje trabajará contigo para que aprendas a hablar nuevamente.
O, si te resulta difícil la comunicación verbal después de un derrame cerebral, te ayudarán a encontrar nuevas formas de comunicación.
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2. Terapia cognitiva
Después de un infarto cerebral, muchas personas pueden tener cambios en sus habilidades de pensamiento y razonamiento. Esto puede ocasionar cambios de comportamiento y de humor.
Un terapeuta ocupacional puede ayudarte a recuperar tus patrones anteriores de pensamiento y comportamiento, y a controlar tus respuestas emocionales.
3. Reaprendizaje de habilidades sensoriales
Si la parte de tu cerebro que transmite las señales sensoriales se ve afectada durante el evento cerebrovascular, es posible que tus sentidos estén «apagados» o que ya no funcionen.
Esto puede significar que no sientes bien las cosas, como la temperatura, la presión o el dolor. Un terapeuta ocupacional puede ayudar a que te adaptes a esta falta de sensibilidad.
4. Terapia física
El tono muscular y la fuerza pueden verse debilitados por un infarto cerebral, y es posible que no puedas mover tu cuerpo tan bien como antes.
Un fisioterapeuta trabajará contigo para recuperar tu fuerza y equilibrio, y encontrará formas de adaptarse a cualquier limitación que tengas.
La rehabilitación puede llevarse a cabo en una clínica, un asilo de ancianos o en tu propia casa.
Fuente: Healthline