Tu cerebro es un órgano complicado y tu cuerpo depende de él para muchas cosas. Las células nerviosas de tu cerebro envían señales eléctricas y químicas entre sí para comunicarse. Las convulsiones son el resultado de una actividad eléctrica alterada en tu cerebro.
Durante una crisis de ausencia, las señales eléctricas de tu cerebro pueden repetirse. También puedes tener niveles alterados de neurotransmisores, que son los mensajeros químicos que ayudan a las células cerebrales a comunicarse.
Los investigadores no conocen la causa específica de las crisis de ausencia, pero se presume que existe un componente genético. Dicho componente no ha logrado comprenderse a plenitud, pero una revisión de diversas investigaciones realizada en 2016 encontró que algunas mutaciones genéticas que codifican canales iónicos (proteínas que permiten el paso de iones específicos a través de la membrana celular) pueden contribuir en algunas familias.
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Factores de riesgo
Los factores de riesgo para desarrollar crisis de ausencia incluyen:
- Edad. Las convulsiones de ausencia ocurren con mayor frecuencia en niños de 4 a 12 años. Según un estudio del 2019, alcanzan su punto máximo entre los 6 y los 7 años.
- Desencadenantes. La hiperventilación o las luces intermitentes pueden desencadenar una crisis de ausencia en algunas personas, según lo dio a conocer una revisión de 2021.
- Género. En un estudio concretado en 2019, las crisis de ausencia ocurrieron con más frecuencia en las niñas que en los niños.
- Historia familiar. Se han reportado antecedentes familiares de epilepsia en el 41.8 por ciento de los niños con epilepsia de ausencia juvenil. La epilepsia de ausencia juvenil es un síndrome epiléptico caracterizado por crisis de ausencia y crisis tónico-clónicas generalizadas.
Fuente: Healthline