Los conductos de leche obstruidos ocurren cuando un conducto de leche en tu seno se bloquea o tiene un drenaje deficiente. Es posible que experimentes uno si tu seno no se vacía por completo después de una toma cuando estas amamantando a tu bebé, si tu bebé se salta una toma o si estás bajo estrés, como le ocurre a muchas mamás primerizas.
Lo que realmente debes considerar es que, si no haces nada, es probable que la obstrucción no se arregle por sí sola. En cambio, puede progresar a una infección llamada mastitis. Ten en cuenta que la fiebre no es un síntoma que experimentarás con un conducto de leche obstruido. Si tienes dolor y otros síntomas acompañados de fiebre, es posible que tengas una infección.
Conoce más: Exceso de leche durante la lactancia, lo que debes saber
Los síntomas de la mastitis pueden aparecer repentinamente e incluyen:
- Fiebre 38.3°C o más
- Síntomas similares a los de la gripe (escalofríos y dolores corporales)
- Calor, hinchazón y sensibilidad de todo el seno
- Bulto en el seno o tejido mamario engrosado
- Sensación de ardor y/o incomodidad al amamantar/bombear
- Enrojecimiento en la piel afectada (puede tener forma de cuña)
RECUERDA: La mastitis afecta hasta 1 de cada 10 mujeres que amamantan, por lo que no estás sola. Si la has tenido antes, es más probable que la vuelvas a tener. La mastitis no tratada puede provocar una acumulación de pus (un absceso) que requiere drenaje quirúrgico.
Fuente: Healthline