Tener cálculos renales aumenta el riesgo de volver a tenerlos, a menos que trabajes activamente para prevenirlos. Esto significa tomar los medicamentos que te hayan recetado para este fin y vigilar lo que comes y bebes.
Si actualmente tienes cálculos, tu médico realizará pruebas de diagnóstico para determinar qué tipo tienes. Después, te recetará un plan de dieta específico, como la dieta DASH.
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Algunos consejos que pueden ayudarte a llevar al pie de la letra esta dieta especial incluyen:
- Beber al menos doce vasos de agua al día.
- Comer frutas cítricas, como la naranja.
- Comer un alimento rico en calcio en cada comida, al menos tres veces al día.
- Limitar tu ingesta de proteína animal.
- Comer menos sal, azúcar agregada y productos que contengan jarabe de maíz con alto contenido de fructosa.
- Evitar alimentos y bebidas con alto contenido de oxalatos y fosfatos.
- Evitar comer o beber cualquier cosa que te deshidrate, como el alcohol.
RECUERDA: Los cálculos renales suelen ser una condición dolorosa. Afortunadamente, la dieta puede ser una herramienta eficaz para controlar y prevenir los cálculos renales. Mantenerte hidratado(a) y evitar ciertos alimentos con alto contenido de sal y azúcar, así como combinar el calcio con alimentos ricos en oxalato, son elementos importantes de una dieta para los cálculos renales.
Fuente: Healthline