Para diagnosticar la obesidad, los médicos utilizan el índice de masa corporal (IMC), que es un cálculo aproximado del peso de una persona en relación con su altura.
Otras medidas más precisas de la grasa corporal y la distribución de la grasa corporal que se utilizan para un diagnóstico médico de obesidad incluyen:
- Pruebas de espesor de pliegues cutáneos
- Comparaciones de cintura a cadera
- Pruebas de detección, como ecografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas
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Tu médico también puede ordenar ciertas pruebas para ayudar a diagnosticar los riesgos para la salud relacionados con la obesidad. Estos pueden incluir:
- Análisis de sangre para examinar los niveles de colesterol y glucosa
- Pruebas de función hepática
- Una prueba de diabetes
- Pruebas de tiroides
- Pruebas cardíacas, como un electrocardiograma (ECG o EKG)
Una medición de la grasa alrededor de tu cintura también es un buen predictor de tu riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad.
RECUERDA: La obesidad puede conducir a más que un simple aumento de peso. Tener una alta proporción de grasa corporal en relación con el músculo ejerce presión sobre los huesos y los órganos internos. Asimismo, aumenta la inflamación en el cuerpo, que se cree que es un factor de riesgo para el cáncer. La obesidad también es un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2.
Fuente: Healthline