Si estás embarazada, podrías tener anemia si un conteo sanguíneo completo (CSC) revela que tus glóbulos rojos, los cuales transportan oxígeno a través de tu cuerpo, son más bajos de lo normal, así lo indica la Clínica Cleveland, en Estados Unidos.
Esto puede ocasionar que sientas fatiga, mareos, frío y te falte el aliento. En la mayoría de los casos de anemia durante el embarazo, realizar ajustes en tu dieta puede ponerte en el camino correcto.
Existen más de 400 tipos de anemia. Algunos son más comunes durante el embarazo e incluyen los siguientes:
- Anemia ferropénica, por falta de hierro.
- Anemia por deficiencia de folato, por falta de ácido fólico.
- Anemia por deficiencia de vitamina B12, por falta de vitamina B12.
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Durante el embarazo, la cantidad de sangre en tu cuerpo aumenta entre un 20% y un 30%. Esto significa que tu organismo requiere más hierro para producir más glóbulos rojos. Tu riesgo de experimentar anemia durante el embarazo aumenta si:
- Tienes un embarazo múltiple.
- No consumes suficiente hierro.
- Tienes embarazos consecutivos con un tiempo mínimo entre ellos.
- Experimentas un flujo menstrual abundante antes del embarazo.
- Tienes vómitos recurrentes debido a las náuseas matutinas.
Cabe mencionar que la anemia leve en el embarazo suele ser normal, esto porque el volumen de sangre se incrementa durante esta etapa. La deficiencia de hierro es común al embarazarse, ya que hasta el 52% de las mujeres gestantes en los países en desarrollo no obtienen dicho nutriente en cantidades suficientes. No obstante, la anemia severa no es común.
Asimismo, tanto la anemia leve como grave requieren tratamiento para proteger tu salud y la de tu bebé.
Fuente: Cleveland Clinic