Para los jóvenes, el alcohol se ha convertido en la sustancia preferida de uso recreativo. De hecho, el alcohol es consumido por más jóvenes que el tabaco o las sustancias ilícitas. Aunque la mayoría de los niños menores de 14 años todavía no han comenzado a beber, la adolescencia temprana es un momento de particular riesgo para comenzar a experimentar con el alcohol, así lo advierte el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
Aunque algunos padres y tutores pueden sentirse aliviados de que su hijo(a) adolescente “solo” esté consumiendo alcohol, es importante recordar que también es una sustancia adictiva poderosa que altera el estado de ánimo. El alcohol no solo afecta la mente y el cuerpo de maneras generalmente impredecibles, sino que los adolescentes carecen del juicio y las habilidades de afrontamiento necesarias para manejar el alcohol con prudencia.
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Lo anterior puede dar como resultado los siguientes riesgos:
- Accidentes de tráfico relacionados con el alcohol, considerados una de las principales causas de muerte entre los jóvenes. El consumo de alcohol también está relacionado con las muertes de adolescentes por ahogamiento, suicidio y homicidio.
- Los jóvenes que beben tienen más probabilidades que otros de ser víctimas de delitos violentos, como agresiones con agravantes y robos.
- Los adolescentes que beben tienen más probabilidades de sufrir problemas con el trabajo escolar y la conducta escolar.
- La mayoría de los niños y niñas que beben tienden a darse un atracón cuando beben.
- Una persona que comienza a beber en la adolescencia tiene cuatro veces más probabilidades de desarrollar dependencia del alcohol que alguien que espera hasta la edad adulta para consumirlo.
RECUERDA: El consumo de alcohol no es seguro para los jóvenes, y cuanto más tarden los niños en consumir alcohol, es menos probable que desarrollen problemas asociados con dicha sustancia. De ahí la importancia de que ayudes a tu hijo(a) a evitar el consumo de alcohol.
Fuente: National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism – NIH