De acuerdo con la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, la vacuna MMR protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, y debe administrarse en 2 inyecciones cuando tu hijo(a) cumple 1 año de edad y nuevamente cuando tenga entre 4 y 6 años.
El sarampión ocasiona fiebre, sarpullido, tos, secreción nasal y ojos llorosos. También puede causar infecciones de oído y neumonía, así como problemas más graves que incluyen inflamación del cerebro e incluso la muerte.
Las paperas dan lugar a fiebre, dolor de cabeza e hinchazón dolorosa de una o ambas glándulas salivales. Además, pueden provocar meningitis (infección de las cubiertas del cerebro y la médula espinal) y, en raras ocasiones, inflamación del cerebro. Sumado a ello, a veces puede causar hinchazón en los testículos de los varones (niños y adultos), lo que puede causarles infertilidad.
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La rubéola también es conocida como sarampión alemán. Esta provoca fiebre leve, sarpullido e inflamación de los ganglios del cuello. También puede causar inflamación del cerebro o un problema de sangrado.
Si una mujer embarazada contrae rubéola, puede perder a su bebé o tener un bebé con ceguera, sordera o problemas de aprendizaje.
Algunas personas han sugerido que la vacuna MMR ocasiona autismo. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que no existe un vínculo entre el autismo y las vacunas infantiles.