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Los riñones son órganos del tamaño de un puño que se encuentran a cada lado de la columna vertebral y por encima de la cintura. Los tubos que se encuentran dentro de ellos limpian la sangre, eliminando los productos de desecho y produciendo la orina.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el cáncer de riñón se forma en el revestimiento de los pequeños tubos o conductos que se ubican en el interior de los riñones.

La probabilidad de desarrollar este cáncer es mayor a medida que envejeces. Los factores de riesgo incluyen fumar, tener ciertas afecciones genéticas y el uso indebido de analgésicos durante mucho tiempo.

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Quizás no muestres síntomas al principio, pero pueden aparecer conforme vaya creciendo el cáncer. Consulta a tu médico si notas lo siguiente:

  1. Sangre en tu orina
  2. Un bulto en el abdomen
  3. Pérdida de peso sin razón
  4. Dolor en el costado que no desaparece
  5. Pérdida de apetito

RECUERDA: Las pruebas para diagnosticar cáncer de riñón incluyen análisis de sangre, de orina y estudios de imágenes. También es posible que te hagan una biopsia.

El tratamiento depende de tu edad, de tu estado de salud general y de qué tan avanzado esté el cáncer. Este puede incluir cirugía, quimioterapia o radiación, así como terapias biológicas o dirigidas. La terapia biológica incrementa la capacidad de tu propio cuerpo para combatir el cáncer. La terapia dirigida utiliza medicamentos u otras sustancias que atacan células cancerosas específicas, causando menos daño a las células normales.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine