De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la radioterapia es un tratamiento contra el cáncer que utiliza altas dosis de radiación para destruir las células cancerosas y evitar que se propaguen.

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Alrededor de la mitad de todos los pacientes con cáncer la reciben, y puede ser externa (se utilizan máquinas especiales) o interna (se usan sustancias radioactivas que un médico coloca dentro del cuerpo). El tipo de radioterapia que recibas depende de muchos factores, como por ejemplo:

  1. El tipo de cáncer
  2. El tamaño del cáncer
  3. La ubicación del cáncer en el cuerpo
  4. Qué tan cerca está el cáncer de los tejidos normales que son sensibles a la radiación
  5. Hasta dónde debe viajar la radiación en el cuerpo
  6. Tu salud general y tu historial médico
  7. Si tendrás otros tipos de tratamiento contra el cáncer
  8. Factores adicionales, como tu edad y otras condiciones médicas

RECUERDA: La radioterapia puede dañar tanto a las células normales como a las células cancerosas. El tratamiento debe planificarse cuidadosamente para minimizar los efectos secundarios. Tales efectos incluyen cambios en la piel y fatiga. Otros efectos secundarios dependen de la parte del cuerpo que se esté tratando.

En ocasiones, la radiación se utiliza junto con otros tratamientos, como cirugía o quimioterapia.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine