Un trasplante de riñón (o trasplante renal) es una operación o procedimiento quirúrgico que coloca un riñón sano en tu cuerpo. El riñón trasplantado se hace cargo del trabajo de los dos riñones que fallaron, por lo que las personas que lo reciben ya no requerirán diálisis, que es el tratamiento de base para depurar la sangre cuando los riñones ya no son capaces de hacerlo por sí mismos.
Durante un trasplante renal, el cirujano coloca el nuevo riñón en la parte inferior de tu abdomen y conecta la arteria y la vena del nuevo riñón a tu arteria y vena que conectaba con alguno de tus riñones dañados. Generalmente, el nuevo riñón comenzará a producir orina tan pronto como la sangre comience a fluir a través de él. Sin embargo, a veces tarda algunas semanas en empezar a funcionar.
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Muchos riñones trasplantados provienen de donantes que han muerto (donantes fallecidos). Algunos provienen de un familiar vivo. La espera por un nuevo riñón puede durar mucho tiempo.
Si recibiste un trasplante, debes tomar medicamentos por el resto de tu vida para evitar que tu cuerpo rechace el nuevo riñón.