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Los hemangiomas infantiles (grupos de vasos sanguíneos adicionales en la piel de un bebé) aparecen después del nacimiento del bebé, generalmente dentro de un mes. Entre el 4% y el 5% de todos los bebés los padecen, aunque son más comunes en las personas de raza blanca, las niñas, los gemelos y los bebés prematuros o con bajo peso al nacer. Los hemangiomas infantiles suelen pasar por un período de crecimiento rápido, seguido de una desaparición y aplanamiento más graduales. Aunque pueden variar mucho en tamaño, apariencia y ubicación, tales hemangiomas son universalmente benignos (no cancerosos).

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Existen diferentes tipos de hemangiomas infantiles:

  1. Los hemangiomas superficiales se denominan «marcas de fresa» porque pueden parecerse a la superficie de las bayas. Pueden comenzar como pequeñas áreas blancas, rosadas o rojas en la piel, suelen transformarse rápidamente en lesiones elevadas de color rojo más brillante. Los hemangiomas superficiales pueden estar concentrados en un lugar o diseminados en un área más grande.
  2. Los hemangiomas profundos tienen una superficie lisa y se forman debajo de la piel. Pueden tener un aspecto azulado y lucir como moretones. Algunos hacen que la piel se vea hinchada.
  3. Los hemangiomas mixtos son una combinación de crecimientos superficiales y profundos.

Si tienes más dudas sobre los hemangiomas infantiles, consulta al pediatra de tu bebé.

 

Fuente: American Academy of Pediatrics