Camina por el pasillo de higiene bucal de tu tienda de autoservicio o farmacia más cercanas y descubrirás muchas innovaciones: cepillos de dientes ajustados como herramientas dentales, mangos que se doblan, tuercen y cambian de color, cerdas que tienen una «forma especial para poder limpiar entre los dientes» y la lista sigue. Asimismo, no pases por alto los cepillos de dientes eléctricos, algunos de los cuales son lo suficientemente potentes como para masajear y quitar ese nudo de la espalda una vez que hayas terminado con tus dientes.

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No obstante, cuando se trata de cepillarse los dientes, el cepillo en sí es mucho menos importante que la persona que lo sostiene, así lo señala la doctora Cynthia Sherwood, dentista familiar en Independence, Kansas, y vocera de la Academia de Odontología General. Si sabes cómo cepillarte los dientes correctamente, no necesitarás un cepillo de dientes elegante para mantenerlos sanos. Sin embargo, Sherwood recomienda comprar cepillos de dientes eléctricos a muchos de sus pacientes con enfermedad de las encías. La vibración adicional parece ayudar a masajear las encías y acelerar la curación.

Sin importar si decides escoger un cepillo de dientes recto o angulado, manual o eléctrico, elegante o simple, debes seguir algunas pautas básicas. La Academia de Odontología General recomienda elegir un cepillo de dientes con una cabeza pequeña (alrededor de 2.5 cm de largo y 1 cm de ancho) y un mango largo. Lo ideal es que el cepillo tenga cerdas suaves y redondeadas (elige aquellos que tengan la etiqueta «Suave»). Las cerdas duras no dejarán tus dientes más limpios, pero pueden desgastarlos y dañar tus encías.

 

Fuente: Health Day