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i-comida-corazonLos niveles de colesterol y triglicéridos elevados acompañan con frecuencia a la diabetes. Si en fechas recientes se ha presentado descontrol de la glucosa en la sangre, (niveles elevados) es probable que los triglicéridos estén también elevados, incluido el colesterol.

Esto implica que un riesgo cardiovascular. Pero afortunadamente, en la actualidad, existen efectivos tratamientos para tratar y prevenir esta condición, más adelante te daremos algunas recomendaciones.

Triglicéridos y diabetes

Los triglicéridos son el principal tipo de grasa que el organismo transporta, son necesarios porque funcionan como almacén de energía y como fuente de calor, es decir, protegen al cuerpo de los cambios drásticos de temperatura.

Además de almacenar las vitaminas A, D, E y K y evitar deficiencias nutricionales. En la cantidad adecuada, los triglicéridos son buenos y necesarios. Se forman en el cuerpo cuando consumimos alimentos que contengan grasas e hidratos de carbono como dulces, bebidas azucaradas, gomitas, cereales en exceso como arroz, pastas, pan o alcohol.

El exceso de triglicéridos puede causar problemas cardiovasculares. Los niveles normales de triglicéridos son menores a 150 mg/dL.

Como mencionamos, con frecuencia la diabetes se asocia a mayores niveles de triglicéridos. Cuando los niveles de glucosa han estado elevados, es común que los triglicéridos también se aumenten. El colesterol, por el contrario, en algunos casos puede permanecer en los límites normales, o quizás más elevado, pero no tanto como los triglicéridos.

Esto quiere decir que el azúcar que se consume en la dieta (hidratos de carbono) además de aumentar los niveles de glucosa en la sangre también eleva los niveles de triglicéridos; esto sucede porque el azúcar que entra al organismo se transforma en grasa (en triglicéridos), de tal forma que al controlar los niveles de glucosa se controlan también los niveles de triglicéridos.

Colesterol y diabetes

El colesterol, es otro tipo de grasa en el organismo. Menos abundante que los triglicéridos, pero en exceso también representa un riesgo cardiovascular. Las concentraciones normales de colesterol son menores a 200 mg/dL. Los niveles de colesterol aumentan por diferentes causas, tratándose de alimentación puede ser por el consumo de una dieta alta en grasas. Para disminuir el riesgo cardiovascular se recomienda limitar el consumo de ácidos grasos saturados (alimentos fritos, empanizados, cremosos o capeados), y de alimentos ricos en colesterol, como vísceras, carnes grasosas y yema de huevo; aumentar el consumo de alimentos ricos en grasas monoinsaturadas y preferir las grasas de origen vegetal (con excepción del de coco o el de palma), además de comer pescado dos o tres veces por semana.

También es importante incrementar el consumo de alimentos con fibra soluble abundante, como salvado de avena, frijoles, nopales y frutas con cascara. Si los triglicéridos están elevados hay que disminuir el consumo de hidratos de carbonos simples (refresco, helados, dulces, jugos) y de alcohol.

Recomendaciones nutricionales para disminuir el nivel de colesterol y triglicéridos.

•Incrementar el consumo de pescado (2 o 3 veces por semana), pero que no se cocine frito, debe ser empapelado, en caldo o asado.
•Disminuir el consumo de carne de res o de puerco a 90 gramos dos veces por semana, preferir los cortes magros, como el lomo.
•Aumentar el consumo de pollo y pavo sin piel (dos a tres veces por semana)
•Consumir cuando mucho de dos a tres yemas de huevo a la semana. Se pueden preparar las claras como si fuera el huevo completo o usar dos claras por una yema.
•Reducir el consumo de embutidos y productos de salchichería
•Utilizar como método de cocción el asado, el horneado, el estofado y el hervido en lugar de freír los alimentos
•Limitar el consumo de quesos y productos lácteos ricos en grasas y consumir productos descremados, preferir quesos Oaxaca, panela o mozarella.
•Preferir la leche descremada
•Al cocinar, usar en forma moderada los aceites vegetales ( maíz, girasol, cártamo) y favorecer el empleo del aceite
•Aumentar el consumo de leguminosas como sustitutos de productos animales
•Moderar el consumo de aguacate , aceitunas, nueces, almendras, pistaches y piñones
•Eliminar o limitar el consumo de grasas saturados: manteca, tocino, mantequilla, chicharrón, chorizo y longaniza
•Aumentar el consumo de ácidos grasos n-3
•Evitar los postres ricos en crema y con azúcar concentrada
•Intentar consumir una comida al día que no contenga productos de origen animal (con excepción de la leche descremada)

Sugerencia:

Se pueden consumir caldos de pollo totalmente desgrasados entre colaciones o como comidas fuertes, acompañados de verduras (chayote, ejote), y ensalada pico de gallo. Éstos no elevan demasiado los niveles de azúcar, por su bajo índice glucémico.

REFERENCIAS
1.- Casanueva, E. Kaufer-Horwitz, M. Pérez Lizaur, B. Arroyo, P. Nutriología Médica. 2ª edición. Editorial Panamericana. México, D.F; 2001.
2.- Aguilar-Salinas CA, Gómez-Díaz RA y Gómez-Pérez FJ. 2008. Abordaje Diagnóstico de las dislipidemias. En: Dislipidemias, de lo Clínico a lo Molecular. Ruiz, C y Romero, E. Intersistemas. Editores. México, D.F.