La viruela es una infección viral que ocasiona fiebre y una erupción cutánea grave.
A principios del siglo XX se produjeron varias epidemias de viruela, y la infección fue mortal para aproximadamente 3 de cada 10 personas afectadas. La infección dejó a muchos de los sobrevivientes con cicatrices permanentes, siendo las más comunes las presentes en la cara.
Recordemos que la viruela es una infección del virus de la viruela. Los científicos desarrollaron una vacuna contra esta utilizando una variación viva de un virus llamado vaccinia. La vaccinia no causa la viruela, pero es muy similar al virus que sí la ocasiona.
Cuando el cuerpo humano se encuentra con vaccinia, este acumula anticuerpos para combatir el virus de la viruela.
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La vacunación fue tan efectiva que a principios de la década de 1950, los científicos declararon que la afección había sido erradicada. En 1972, los médicos suspendieron las vacunas contra la viruela en Estados Unidos, excepto entre las personas en riesgo de exposición a la infección, por ejemplo, en un laboratorio.
Cabe mencionar que la vacuna contra la viruela deja una cicatriz en el lugar de la inyección. Esta otorga inmunidad de alto nivel por 3 a 5 años que va disminuyendo después de dicho período. Si una persona se vacuna de nuevo después, la inmunidad durará por más tiempo. Históricamente, la vacuna ha sido eficaz en prevenir infecciones de viruela en el 95% de los que se han vacunado.
Fuente: Medical News Today