Existen varios factores que pueden influir en el riesgo de desarrollar obesidad. Por ejemplo:
- Los hábitos dietéticos y los niveles de actividad pueden afectar los niveles de energía de una persona.
- Las condiciones socioeconómicas pueden limitar el acceso a alimentos frescos y la capacidad de hacer ejercicio.
- Los factores genéticos pueden desempeñar un papel.
- Los antecedentes familiares pueden contribuir, tanto a través de factores genéticos como ambientales.
- Algunas condiciones médicas tienen vínculos con la obesidad, incluyendo el síndrome de Cushing y el síndrome de ovario poliquístico.
- El estrés y la ansiedad pueden incrementar los niveles de la hormona cortisol, la cual puede afectar el almacenamiento de grasa y el aumento de peso.
- La falta de sueño puede contribuir.
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Los autores de una revisión del año 2017 de estudios de todo el mundo sugieren que los siguientes factores sociales, entre otros, pueden desempeñar un papel:
- Estrés debido a un trauma, problemas de relación, dificultades financieras o una combinación de todas las anteriores.
- Niveles de salud y conciencia dietética.
- Entornos de trabajo, incluyendo el horario de trabajo y la probabilidad de ingerir comida para llevar de manera recurrente.
- Acceso y disponibilidad de alimentos saludables.
- Acceso a espacios verdes y otras consideraciones relacionadas con la vida urbana y los niveles de actividad.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la obesidad afecta a alrededor del 49.6% de las personas negras, el 44.8% de las personas hispanas y el 42.2% de las personas blancas.
Sin embargo, una encuesta del 2017 publicada por los CDC dio a conocer una imagen más matizada, lo que significa que la prevalencia de la obesidad varía según la combinación de factores como el nivel educativo, los ingresos, el género y la raza. Las relaciones entre estos factores parecen ser complejas.
Fuente: Medical News Today
