La incontinencia afecta al doble de mujeres en comparación con los hombres. La Oficina para la Salud de la Mujer sugiere que esto puede deberse a que los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo, el parto y la menopausia pueden causar continencia urinaria.
Los músculos del piso pélvico sostienen la vejiga. Durante el embarazo y después del parto, se producen cambios hormonales y anatómicos, y la fuerza de los músculos del suelo pélvico disminuye.
Algunas personas pueden dañar los músculos del suelo pélvico durante el proceso de dar a luz. Los nervios que controlan la vejiga también pueden dañarse durante el parto, especialmente durante un parto vaginal.
La incontinencia posparto es cuando una mujer experimenta una incapacidad para controlar su vejiga. Esto puede comenzar durante el embarazo, pero ocurre con mayor frecuencia después de que la persona ha dado a luz.
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Existen dos tipos principales de incontinencia urinaria que afectan a las mujeres: incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando el estrés o la presión afectan la vejiga. Los músculos del suelo pélvico debilitados ejercen presión sobre la vejiga y la uretra. Estornudar, reír o toser puede hacer que se escape la orina.
La incontinencia de urgencia también se llama vejiga hiperactiva. La fuga de orina ocurre después de una fuerte necesidad de orinar, pero antes de que una persona pueda llegar al baño.
Una persona con incontinencia urinaria puede experimentar ambos tipos, lo que se denomina incontinencia mixta.
Fuente: Medical News Today