La fatiga es un síntoma común cuando se padece una enfermedad de corta duración, como un resfriado o problemas para dormir ligados a un padecimiento temporal. En estos casos, la fatiga y el cansancio suelen desaparecer.
Sin embargo, a veces no desaparece. No mejora con el descanso y es posible que no se sepa con certeza cuál es la causa.
A decir de especialistas de Mayo Clinic, la fatiga reduce la energía, la capacidad de hacer actividades y la capacidad de concentrarse. Además, cuando es persistente, afecta la calidad de vida y el estado mental.
¿Cómo influyen los hábitos y el estilo de vida?
La mayoría de las veces, la fatiga puede deberse a uno o varios problemas relacionados con el estilo de vida, como los malos hábitos de sueño o la falta de ejercicio. También puede deberse a un medicamento o estar relacionada con la depresión.
La fatiga puede estar relacionada con:
- Consumo de alcohol o sustancias nocivas para la salud.
- Comer mal.
- Medicamentos, como los utilizados para tratar las alergias o la tos.
- No dormir lo suficiente.
- Poca actividad física.
- Demasiada actividad física.
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¿Cuándo visitar a un médico?
Busca ayuda si presentas fatiga y alguno de los siguientes síntomas:
- Dolor en el pecho.
- Falta de aire.
- Latido del corazón irregular o acelerado.
- Sensación de que podrías perder el conocimiento.
- Dolor intenso de estómago, pelvis o espalda.
- Sangrado inusual, incluido sangrado del recto o vómitos con sangre.
- Dolor de cabeza intenso.
De igual forma, pide ayuda si la fatiga está relacionada con un problema de salud mental. Acércate a un profesional de la salud si descansar, reducir el estrés, comer bien y beber mucho líquido durante dos o más semanas no te ha ayudado con el problema.
Fuente: Mayo Clinic