Si bien no suelen ser señal de algo serio, las náuseas y los vómitos pueden ser síntomas ligados a diversas afecciones —como migrañas, intoxicación alimentaria, reflujo gastroesofágico, incluso, náuseas matutinas por embarazo—.
Es importante acercarse a un profesional de la salud en los siguientes casos:
- Crees que tu vómito es por envenenamiento.
- Has vomitado por más de 24 horas.
- Notas que hay sangre en el vómito.
- Tienes dolor abdominal severo.
- Experimentas dolor de cabeza severo y rigidez en el cuello.
- Presentas signos de deshidratación.
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¿Cuál es el mejor tratamiento para las náuseas y el vómito?
El tratamiento dependerá de la causa. Si bien existen algunos medicamentos que pueden tratar las náuseas y los vómitos, no se recomienda tomar ningún tipo de fármaco si un especialista no lo indica.
Durante tu cita médica, el médico tomará tu historial clínico y te preguntará sobre tus síntomas. Posteriormente, te realizará un examen físico. El especialista buscará signos de deshidratación. En algunos casos, es posible que deba hacer algunas pruebas, incluyendo pruebas de sangre y orina.
Recomendaciones
Existen algunas medidas que podrían ayudarte a sentirte mejor, como:
- Tomar suficientes líquidos para evitar la deshidratación. Si tienes problemas para retener líquidos, toma pequeñas cantidades de líquidos con frecuencia.
- Comer alimentos blandos. No consumas comidas picantes, grasas o saladas. Consume comidas pequeñas con frecuencia.
- Evitar los olores fuertes para prevenir las náuseas.
En caso de náuseas y vómitos, responde las siguientes preguntas y anótalas.
- ¿Cuándo comenzó el vómito y cuánto ha durado?
- ¿Qué tan frecuente es?
- ¿Ocurre después de comer o con el estómago vacío?
- ¿Existen otros síntomas, como dolor abdominal, fiebre, diarrea o dolores de cabeza?
Ante cualquier duda, visita a un profesional de la salud.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos