Los músculos están compuestos de células musculares alargadas. Cada célula muscular contiene proteínas contráctiles, llamadas actina y miosina, las cuales le otorgan al músculo su fuerza.
Estas fibras se contraen entre sí, produciendo el denominado golpe de fuerza. La fuerza total depende del número de estas unidades que se contraen al mismo tiempo.
Para desarrollar músculo, una persona debe ejercitar sus músculos regularmente y consumir suficientes proteínas.
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Los científicos no entienden a profundidad el mecanismo exacto del desarrollo muscular, pero los principios generales son bien conocidos. El entrenamiento hace que las células musculares se expandan y se presenta un aumento en la producción de actina y miosina.
Asimismo, en los músculos no entrenados, las fibras tienden a activarse de forma asincrónica. En otras palabras, no se disparan al unísono. Sin embargo, a medida que una persona los entrena, aprenden a dispararse juntos como uno solo, lo que incrementa la potencia máxima de salida.
Fuente: Medical News Today
