La nicotina ocasiona varios efectos dañinos en el cuerpo de una persona.
Cuando alguien utiliza un producto de nicotina, como un cigarro, su organismo absorbe la nicotina a través del revestimiento de la nariz, la boca y los pulmones. Desde estos lugares, ingresa al torrente sanguíneo.
Cuando la nicotina llega al cerebro, activa las áreas que se encuentran involucradas en los sentimientos de placer y recompensa. Asimismo, incrementa los niveles de una sustancia química llamada dopamina.
La nicotina también afecta áreas del cerebro que desempeñan un papel en:
- La respiración
- La memoria
- El apetito
- El ritmo cardíaco
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El uso de nicotina durante un período prolongado provoca cambios en el equilibrio de los mensajeros químicos cerebrales.
Cuando una persona deja de utilizar nicotina rápidamente, interrumpe dicho equilibrio químico, lo que puede llevar a que experimente efectos secundarios físicos y psicológicos, como antojos y bajo estado de ánimo.
Los expertos describen esta interrupción de las sustancias químicas del cerebro como adicción a la nicotina, y es parte de la razón por la cual a las personas les resulta tan difícil reducir su consumo de tabaco o dejar de fumar.
Fuente: Medical News Today