La industria agrícola es uno de los mayores consumidores de agua dulce. Tan solo en países como Estados Unidos, es responsable de alrededor del 80% del consumo de agua en dicho país. La agricultura también es la principal fuente de contaminación en ríos y arroyos.
Una forma en que la agricultura ocasiona contaminación del agua es a través del agua de lluvia. Cuando llueve, los contaminantes, como fertilizantes, desechos animales y pesticidas, son arrastrados desde las granjas hasta los cursos de agua, contaminando el vital líquido.
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Los contaminantes procedentes de la agricultura suelen contener altas cantidades de fósforo y nitrógeno, que favorecen el crecimiento y proliferación de algas. Estas floraciones producen toxinas que matan peces, aves y mamíferos marinos, además de que pueden dañar a los humanos.
Asimismo, cuando tales afloraciones de algas mueren, las bacterias producidas a medida que las algas se descomponen consumen el oxígeno del agua. Dicha falta de oxígeno provoca “zonas muertas” en el agua donde los peces no pueden vivir.
Actualmente, los expertos estiman que existen aproximadamente 245,000 kilómetros cuadrados de zonas muertas en todo el mundo.
Fuente: Medical News Today