Seguramente más de una vez, has tenido que correr al botiquín de primeros auxilios debido a alguna herida o malestar ocurrido en casa, pero ¡oh sorpresa! Resulta que apenas tenías un curita y un jarabe para la tos, y para colmo, tenías invitados que te pidieron una gasa o una venda, por lo que en esos momentos debiste sentirte al borde de la mayor de las vergüenzas, o incluso, de la locura.
Otras veces, por el contrario, tenemos una gran cantidad de medicamentos y artículos sanitarios que ni en la clínica poseen, creyendo que al tener siempre a nuestra disponibilidad el mayor número posible de estos productos, podemos sentirnos tranquilos y seguros contra cualquier emergencia o enfermedad. Diría el el famoso dicho popular “más vale que sobre a que falte”.
El botiquín suele ser cualquier elemento más que forma parte del hogar. Según el doctor Salvador Casado, especialista del Centro de Salud Collado Villalba en Madrid, España, debemos tratar de no sobredimensionar el botiquín de primeros auxilios por acumulación, y advierte: “Un botiquín con muchos fármacos no es mejor. De hecho, puede ser peligroso”.
Lo más recomendable es tener lo justo y necesario para poder tratar las heridas pequeñas, que podemos causarnos como consecuencia de los clásicos accidentes domésticos. De esta manera, el doctor Casado sugiere guardar en el dispensario una venda pequeña y una mediana, povidona yodada (la cual actúa como antiséptico), algodón, gasas estériles, banditas adhesivas sanitarias y apósitos pequeños.
En cuanto a los medicamentos, cualquier botiquín debe tener paracetamol o ibuprofeno. Ambos actúan como analgésicos y antipiréticos, lo que significa que calman los dolores de cabeza o los dolores musculares leves o articulares, ayudando también a la disminución de la fiebre. Asimismo, el ibuprofeno posee efecto antiinflamatorio, por lo que si solo tenemos dolor de cabeza, es más recomendable usar paracetamol, ya que resulta menos dañino.
Tampoco debe faltar una crema con antiinflamatorio de uso tópico (para posibles golpes), ni sobres de suero oral hiposódico, que ayudan a la deshidratación causada por tener vómito o diarrea.
¿Y qué pasa si vivimos con niños y adultos mayores? “Para los pequeños hay que tener paracetamol o ibuprofeno en dosis pediátrica”, señala el doctor. Por otro lado, los ancianos siempre deben tener su botiquín particular aparte. “Sus medicinas deben estar separadas y es aconsejable que utilicen pastilleros”, apuntó Casado. Ya que a pesar de la practicidades de los pastilleros, es más difícil llevar un control de los medicamentos y sobretodo que se pueden confundir los medicamentos.
Finalmente, y para evitar posibles riesgos, el especialista aconseja guardar el botiquín en un mueble alto o en un área de la casa que esté elevada, para mantenerlo fuera del alcance de niños.
Vía: ABC Salud