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El exceso de azúcar en sangre debido a la diabetes disminuye la elasticidad de los vasos sanguíneos y hace que se hagan más estrechos, impidiendo el flujo sanguíneo. Esto puede provocar una reducción del suministro de sangre y oxígeno, lo que incrementa el riesgo de hipertensión arterial y daño a los vasos sanguíneos tanto grandes como pequeños.

La presión arterial elevada es un factor de riesgo de enfermedad cardíaca. Casi el 74% de los adultos con diabetes padece hipertensión.

El daño a los vasos sanguíneos grandes se conoce como enfermedad macrovascular, mientras que la enfermedad microvascular se refiere al daño a los vasos sanguíneos pequeños.

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Las complicaciones de la enfermedad macrovascular incluyen los siguientes:

  • Infarto de miocardio
  • Evento vascular cerebral
  • Enfermedad arterial periférica

La enfermedad microvascular también puede provocar problemas en:

  • Ojos
  • Riñones
  • Sistema nervioso

Pese a lo anterior, una persona con diabetes puede reducir el riesgo de problemas cardiovasculares y circulatorios al:

  • Controlar sus niveles de azúcar en la sangre
  • Dejar de fumar
  • Controlar la presión arterial y los lípidos
  • Usar medicamentos recetados, como estatinas, para reducir el colesterol
  • Controlar la presión arterial
  • Hacer ejercicio regularmente
  • Comer una dieta rica en fibra

 

Fuente: Medical News Today