Algunos expertos sugieren que las personas con dermatitis atópica que experimentan dolor relacionado con la inflamación son más propensas a experimentar sensaciones de ardor, en comparación con aquellas que sienten dolor al rascarse. La gente suele describir la experiencia de tener la piel seca y agrietada utilizando palabras como «ardor» o «escozor».
El ardor en la dermatitis atópica puede presentarse por diversas razones. Algunos tipos de dolor, en particular aquel causado por irritación o daño en las células nerviosas, pueden provocar sensación de ardor.
Las personas con dicha afección cutánea pueden tener más probabilidades de sufrir otras formas de eccema, que pueden provocar ardor.
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El eccema dishidrótico es otra condición de la piel que es frecuente en personas con otras variantes de eccema, incluyendo la dermatitis atópica. Este provoca ampollas en manos y pies. A medida que se forman dichas ampollas, algunas personas pueden experimentar ardor o picazón.
La dermatitis irritante por contacto, causada por la exposición a ciertos tipos de sustancias químicas que ocasionan irritación de la piel, también puede causar ardor.
En algunos casos, ciertos tipos de medicamentos utilizados para tratar la dermatitis atópica pueden provocar ardor. Los estudios sugieren que el ardor leve a moderado es un efecto secundario relativamente común de los medicamentos para la piel, como los inhibidores de la calcineurina y el corticosteroide tacrolimus.
Asimismo, se han reportado sensaciones de ardor o escozor en aproximadamente dos tercios de las personas que experimentan síntomas de abstinencia al suspender el tratamiento con corticosteroides tópicos.
Fuente: Medical News Today